martes, septiembre 01, 2009

No puede ser, no puede ser, todo el día pensando en lo que pienso que pienso. Es un estres que no aguanto, y buscando emociones a través de los agujeros de los dedos, cuando Dios, dicen que se pone a repartir trigo para sus gallinas, yo no quiero ser gallina. Yo deseo que venga una tormenta llena de truenos y unas gotas de lluvia que cubran media tierra, que se inaugure setiembre con la emoción del color, el olor y el sonido, y yo sea un dinasaurio, o algo así como dragón, o si cabe una cosa más rara Me mata lo simple, lo repetitivo. Todo igual, vienen las 10, las 11, las 12, la 1 y las 2, y no hay una cama en un pueblo con bar, ni una noche que se salga de la rutina de levantar mi camita para que me circule mejor la sangre, y luego tomarme un ansiolítico, oír la radio, y a dormir, hasta la mañana siguiente que me despierto con un café. Entonces, hay momentos en que los azules se pasean por mis ojos, y suenan las trompetas del principio del génesis. Llega la creatividad, miro, y al otro lado de mi texto sólo existe un cero, y otro cero, y otro y otro, y otro. ¿por qué? Necesito las esquinas , la baba de los días niños, el rugido de los días fieros, y no la sonrisa bobalicona del tedio , del silencio y de la soledad de la casa.
Mi gato, hoy no viene, parece que ha inaugurado nuevo tiempo y se ha tomado unas vacaciones, puede que pensara que sus ojos se volverían castaños de mirar el sepia de la vida de mi despacho... Tanto periódico antiguo, tantas ideas envejecidas, muertas. jodidas, putas... BOHEMIA

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