lunes, agosto 31, 2009

Hoy no sé que voy a decir, pues me he tomado un guisqui y es peligroso jugar con las palabras como con fichas desordenadas, teniendo alcohol en el cuerpo. Nadie sabe lo que puede salir. Pero yo a mis palabras le tengo abierta la puerta de la libertad absoluta y salen blancas inmaduras, desnortadas, sin ningún sello de registro, recorren mi texto como mariposas alocadas y se emparejan con quien mejor le va, no entienden de significados ni de leches, ni tampoco de sentido ni de lógica. La belleza no tiene sentido.
Hoy es un día quizá alegre, me he enterado de que mi novela "Con olor a naftalina" está entre las 10 candidatas al premio nacional de literatura. y ¿qué?... Sé que no saldrá, pero incluso si saliera ¿qué? No hay nada. Este mundo es un puto water que todo lo que caga la actualidad se disuelve tirando de la cadena a los pocos instantes, y una se queda vacía con el vientre suelto, y la cabeza a ras de suelo, disuelta como los excrementos...
Nada que me voy a poner metafísica como mi gato que mira mis libros, mis apuntes, mis textos, y se afila los bigotes en ellos, luego los mira una y otra vez. Seguro que los entiende mejor que y, o que me dice: recoge esto y organiza. y yo me digo ¿para qué? La vida ¿organiza? Pues al despelote. BOHEMIA

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