domingo, febrero 06, 2011

Los malditos

Malditos los retoños de
la cópula de un pobre mendigo
con una infeliz indigente
condenados a soportar la sed del mal
la cara oculta del horror infinito.
Están manchados con el hedor de la pobreza
De la mugre y el dolor.
Malditos los que cada día nos hacen
pensar que Dios no existe,
y que el caos ha dominado
el orden interno de las cosas
malditos los que entristecen la belleza de las perlas
que resbalan por sitiales dorados
las flores de turbador aroma
la hierba de terciopelo
las sedas...
Aquellos por los que el hombre descubre
la imperfección y el caos
¿Los culpables?...
si sólo conocen los largos inviernos
sin color
ni rosas
ni aromas
ni incienso...
Ellos los desheredados
los otros
los ciegos
¿serán invertida la luz del espejo?
¿El espejo opaco de un tramo del
tiempo que cambia al azar su terrible péndulo?
¿Quién hizo la ley?
¿Quién fijó que ellos serían los primeros
en ser atrapados en los recovecos
de sangre-veneno
sin un primer juicio
sin fijar las normas que aplican torturas- tormentos?
No quiero pensar
que el viento de horrores que impone en el caos
agujas de miedo
se mueva al capricho del tiempo.
Que ellos
los malditos
los otros
los ciegos
sean del azar inmutable un triste capricho
o peor aún, un simple concepto .

De mi libro Nos+otros (Huerga y Fierro)

jueves, febrero 03, 2011

YO, MI, ME,CONMIGO

Quizá sea tarde para dejar mi ombligo
desenredarme entera , para no ser dominio.
Pacté amorosamente con mi propio terreno
y tengo mi mirada perfilada de tedio
atada a los extremos de mi espacio
envolvente
desmesurado
a mi tremendo yo
a dulces vocablos:
violetas- lilas-rosas- pétalos...
al aroma impartido
por tarros perfumados.
Y los otros lejos desvanecidos
invisibles
atrapados
todos en montón informe
indiferenciados...
entre murallas
muros
nudos.
Y se me agrandan los espejos
repitiéndome infinito
y estremeciendo su espacio
entre duna y laberinto.
Quizá ya sea tarde para no ser desierto
para parir el mar para salir de adentro.
Todo es mío, el amor
la alegría y el pan
todo me crece y aumenta
se desborda ,me desbordo…
no existe “más”.
Muda y despalabrada de
“este” “ otro” “además”
me expando entre paraísos
tierra aire fuego mar…
Y soy muy grande
y muy triste
y estoy lejos
y muy atrás
y muy abajo
y muy ciega
y desmesurada ya…
¡que soy universo andante que atropello a los demás
que tengo mil cachivaches todos los días que cuidar
que solo veo siluetas
sombras brumas sin nombrar
puesto que mi mundo oprime
su olvido y mi soledad!
Quizá ya mi palabra se hizo silencio
mientras gritan los otros sombras-veneno
y en mis manos vacías crecen las rosas
y mis hombros los pueblan las amapolas
pues soy de los elegidos
a quien la tierra cobija
con sus mieles y trigos
con sus carnes sus pieles y abrigos
sus frutos sus flores las lilas
los amarillos de luz... delicias…
Los demás... pagar tributo
y dormir sin noche
y comer sin comida
y vivir sin sal
y reproducirse
locos
huraños
vacíos…
Qué más da mientras tengamos políticos
leyes y seguridad
y parlamento y justicia y en la conciencia paz…
mucha paz
de esto se encarga el sistema.
Por eso...¿ que más nos da?

De mi libro Nos+otros (Huerga y fierro)